Informe de medio año 2021 [Introspección]

 

Esta es una carta de mi yo del 1 de enero al yo de hoy.

Hoy es 30 de junio, ya se te ha pasado medio año.

¿Recuerdas que empezaste el año lleno de energía y con un montón de propósitos?

Bueno, ¿qué pasó con ellos?

Dijiste que ibas a bajar de peso; y sí, te inscribiste al gimnasio, pero dejaste de ir al cuarto mes.

Tu excusa puede ser el coronavirus, pero eso no quita que puedas hacer ejercicio en tu casa.

Dijiste que ibas a aprender a dibujar; y sí, te compraste una tableta gráfica, pero ni siquiera terminaste un reto de 30 días de pixel art.

¿Dibujar lleva mucho tiempo? Pues sí, pero puedes dedicar quince minutos al día a hacer un poquito.

Dijiste que ibas a aprender, al menos, un nuevo idioma. Instalaste Duolingo y te inscribiste a cinco idiomas, pero no llegaste ni a A1 en ninguno de ellos. No te tomas ni cinco minutos al día llevar un par de lecciones.

Dijiste que ibas a sacar tu licencia de conducir; y sí, aprobaste el examen teórico con 100. Pero no has tocado un volante después de eso.

Abriste varias páginas en Facebook, y las abandonaste. Es cierto que fue una decisión muy saludable dejar de usar Facebook, pues te estaba consumiendo demasiado tiempo, pero no puedes simplemente dejar a esos fandoms botados.

No has aprendido a tocar piano.

No has avanzado con tu libro de finanzas personales.

No has hecho ningún viaje solo.

…

Pero supongo que puedo reconocerte ciertos méritos:

Conseguiste entrar al curso de desarrollo de videojuegos.

Conseguiste terminar tu programa de estudio de diplomado, luego de cuatro años de estancamiento.

Llevas bloque completo de materias en la universidad, aun cuando estás trabajando.

Has aprendido a usar Git y GitHub.

Participaste en una GameJam.

Has tomado fotos increíbles.

Te has fijado una meta para fin de año y has ahorrado de forma disciplinada para lograrlo.

Y si no has podido completar todo lo anterior, se debe a que vienes saliendo de una etapa de cuatro años, aproximadamente, en donde no pudiste encontrar paz en ningún lado. El estrés y la depresión te estaban carcomiendo.

Hubo días donde simplemente te encerrabas unos diez minutos a llorar en el piso. Caminabas por la noche bajo la lluvia sin un paraguas. Gritaste a todo pulmón pidiendo ayuda.

…

Pero ahora has recuperado el norte que se te había perdido. Ves el futuro con una brillante esperanza. Has vuelto a cultivar sueños coloridos, sueños que no son simplemente huir de aquí.

Te felicito por esto. Todos estos logros son motivo para estar orgulloso.

Así que te pido, por favor, (y ahora que ya conseguiste un poco de paz) mejora lo que te dije arriba, para que el tú del 31 de diciembre no tenga arrepentimientos con respecto a este año, que está siendo un año maravilloso. Haz que valga la pena.